Glosario:
- Feminista: El Feminismo es una ideología y un conjunto de movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de los derechos de las mujeres con los de los varones.
- Subordinación: Dependencia de una persona o una cosa respecto de otra o de otras, por las que está regida o a las que está sometida. Relación existente entre dos proposiciones cuando una de estas desempeña una función gramatical dentro de la otra y, por tanto, posee menor jerarquía gramática.
- Génesis: Origen o principio de una cosa. Serie encadenada de hechos y de causas que conducen a un resultado.
- Predominio: Poder, superioridad, influjo que se tiene sobre una persona o cosa.
- Burocrático: Término que designa no solo a la organización administrativa estatal, sino también a todo tipo de organización, privada o pública, que se fija objetivos productivos y que goza de determinadas características profesionales.
- Euforia: Estado de excitación psíquica que tiende al optimismo, provocado por ciertas satisfacciones físicas o psíquicas, o por la administración de determinadas sustancias.
- Soberbio: Se aplica a la persona que muestra orgullo o se cree muy importante.
- Coyuntural: Que depende de la combinación de elementos y circunstancias que caracterizan una situación.
- Patriarca: Persona que por su edad y sabiduría ejerce autoridad moral en una familia o en una colectividad.
- Empírico: Que está basado en la experiencia y en la observación de los hecho.
- Gubernamental: Perteneciente o favorable al gobierno.
- Andamiajes: Conjunto de andamios montados en un lugar.
- Plausibles: Se aplica a la cosa que merece aprobación o recomendación.
- Asidero: Persona o cosa que sirve de apoyo, ayuda o pretexto.
- Hallazgos: Acción de hallar o conseguir ver o saber dónde está una cosa o persona que se quería obtener o recuperar.
- Énfasis: Fuerza en la expresión o en la entonación con la que se quiere dar mayor importancia a lo que se dice.
- Anatómico: Se aplica al objeto construido para que se adapte perfectamente al cuerpo humano.
- Utopía: Plan ideal de gobierno en que todo está perfectamente determinado.
- Epistemológico: Es una disciplina que estudia cómo se genera y se valida el conocimiento de las ciencias. Su función es analizar los preceptos que se emplean para justificar los datos científicos, considerando los factores sociales, psicológicos y hasta históricos que entran en juego.
- Frivolidad: cualidad de superficial o de falta de seriedad. Hecho o dicho característico de este tipo de personas.
- Fisiológica: Ciencia que estudia los procesos fisicoquímicos que se desarrollan en los seres vivos. Propiamente, estudio de los organismos considerados en su actividad.
- Sindical: Un sindicato es una organización democrática, integrada por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses sociales, económicos y profesionales relacionados con su actividad laboral.
- Ortodoxia: Que sigue fielmente los principios de una doctrina o una tendencia o que cumple unas normas tradicionales y generalizadas. Heterodoxo.
- Vertiente: Punto de vista desde el que se analiza un asunto.
- Eludir: Evitar una cosa con habilidad o astucia.
- Entidad: Lo que constituye la esencia y la unidad de una cosa.
- Imprescindible: Que es muy necesario porque sin su presencia no es posible lo que se pretende
- Cientistas: El cientismo es la postura que sostiene que la forma más valiosa del conocimiento es la ciencia.
- Etnias: Grupo de personas que pertenecen a la misma raza y que comparten la misma lengua y cultura.
Lectura
SOBRE LA
CATEGORIA GÉNERO. UNA INTRODUCCION
TEORICO-METODOLOGICA
1.
Los movimientos feministas, resurgidos
en los sesenta, se exigieron y fueron exigidos de comprender y explicar la
condición de subordinación de las mujeres.
Mediante
el ejercicio de intuición y razón a la vez, las feministas lanzaron una primera
hipótesis: la subordinación que afecta a todas o casi todas las mujeres es una
cuestión de poder, pero éste no se ubica exclusivamente en el Estado y en los
aparatos burocráticos. Sería un poder múltiple, localizado en muy diferentes
espacios sociales, que puede incluso no vestirse con los ropajes de la
autoridad, sino con los más nobles sentimientos de afecto. ternura y amor.
Una
de las primeras propuestas identificó la subordinación femenina como producto
del ordenamiento patriarcal, tomando la categoría patriarcado de Max Weber,
como lo dice claramente Kate Millet. La organización social actual no habría
cambiado en esencia, sino sólo en apariencia, el orden existente en las
sociedades arcaicas bíblicas.
Rápidamente,
la visión totalizadora del patriarcado se extendió y se incorporó al discurso
político y en el hacer académico. Pero no se precisaron –porque evidentemente
no había información, ni reflexión, ni tiempo como para hacerla los elementos
constitutivos del sistema.
Pero
mientras la primera perspectiva puso el énfasis en la generación de
conocimientos sobre las mujeres y los determinantes de sus condiciones
sociales, con un claro predominio del estudio de las relaciones mujer-varón y
mujer-mujer para la segunda, las premisas más generales explícita o
implícitamente formuladas sostenían:
a) La subordinación de las mujeres es
producto de determinadas formas de organización y funcionamiento de las
sociedades. Por lo tanto, hay que estudiar la sociedad o las sociedades
concretas.
b)
No se avanzará sólo estudiando a las
mujeres, el objeto es más amplio. Requiere de analizar en todos los niveles,
ámbitos y tiempos las relaciones mujer-varón, mujer-mujer, varón-varón.
2.
Una lectura de la literatura existente
da muestras claras de que las cosas no son sencillas en esta materia. Una
pregunta es si el grado de elaboración de la investigación en las distintas
disciplinas sociales y humanas permite hablar de una teoría.
En la
literatura sobre la condición de las mujeres que conozco, yo distingo tres
perspectivas u orientaciones teóricas distintas. Una primera es la denominada
"las relaciones sociales de sexo", que privilegia la división social
del trabajo como núcleo motor de la desigualdad. Esta corriente ha desarrollado
importantes investigaciones acerca de la inserción femenina en el mercado de
trabajo, la participación sindical y el cambio tecnológico.
Las
jerarquías sociales entre los géneros responden más que a prestigio, a
resoluciones del conflicto desfavorables hasta ahora para las mujeres frente a
los varones.
Se
trata de una perspectiva en la cual los fenómenos sociales se definen por las
relaciones que guardan entre sí. De ahí que la contextualización se vuelve un
principio de primer orden todo a lo largo del proceso de investigación, desde
la construcción de los objetos de estudio hasta el análisis de la información y
la interpretación de los resultados.
3.
Me detendré en esta última perspectiva
porque estoy convencida que es la que abre más posibilidades para el análisis
de los géneros en América Latina.
Varones
y mujeres tenemos la capacidad desde muy temprano en la vida de producir con el
cuerpo.
Pero
para asegurarse un control efectivo sobre la reproducción, es necesario actuar
también sobre la sexualidad, puesto que lo que analíticamente puede separarse,
tiene dificultades en el plano de la práctica. Como se puede ver se habla de
control y no de eliminación del cuerpo. Las capacidades de reproducción, de
acceso sexual y de trabajo no pueden ser extirpadas a las mujeres, porque si lo
fueran desaparecerían y dejarían de cumplir las funciones de sus cuerpos.
Estas
cuestiones nos llevan a recordar, una vez más, que en la especie humana, el
relacionamiento sexual no es sólo un intercambio químico que asegura la
reproducción de la especie. Mucho más allá, la sexualidad es el conjunto de las
maneras muy diversas en que las personas se relacionan como seres sexuados con
otros seres también sexuados, en intercambios que como todo lo humano, son
acciones y prácticas cargadas de sentido.
4.
Desde estas preguntas se derivan
algunas consecuencias metodológicas en las ciencias sociales. En primer lugar, que
no existe la mujer, como tantas veces se ha dicho, ni tampoco el varón (o el
hombre). Existen mujeres y varones en diferentes situaciones sociales y
culturales que es necesario explicitar. La primera tiene que ver con las etapas
del ciclo de vida.
Un
segundo ámbito o contexto a delimitar lo constituye la organización de la vida
familiar y doméstica, espacio privilegiado de las mujeres e identificado en
nuestras sociedades como el lugar de la subordinación femenina. Hay que tener
en cuenta la composición, tamaño y ciclo de vida de los hogares, porque no
todas las unidades domésticas son nucleares en un momento dado, ni lo son a lo
largo de la vida de las familias.
5.
Teórica y empíricamente, la
perspectiva del género como conflicto remite a analizar:
a)
Los sistemas de parentesco, es decir,
las normas y formas del matrimonio, la
filiación y la herencia, incluyendo el tabú del incesto y las normas
legales que reglamentan el
relacionamiento intra e interfamiliar, así como los conflictos y sus
resoluciones en dichos ámbitos.
b)
Tanto en los ámbitos domésticos como
en el mercado de trabajo y en otras esferas de la sociabilidad, es necesario analizar
la división social del trabajo según los géneros y las dinámicas particulares
de la misma.
c)
Si el sistema de géneros es un sistema
de poder, remite a las maneras cómo se estructura y se ejerce en los espacios
reconocidos del mismo. Es decir, es necesario dirigir la mirada a las
definiciones de persona y de ciudadanía en tantos sujetos de derechos y
responsabilidades.
d)
El análisis de los sistemas de género
remite a considerar la subjetividad de los distintos actores en el sistema, las
formas como se estructura el psiquismo y se constituyen los sujetos y objetos
de deseo.
6.
Pensar y tratar de comprender la
sociedad dividida en géneros tiene algunas consecuencias metodológicas. Por un
lado exige recoger y analizar la información a partir del variable sexo, en la
medida en que éste es el referente empírico más cercano e inmediato de
observar.
En
segundo lugar, es necesario estudiar los ámbitos sociales donde interactúan las
personas en función de géneros distintos, los espacios de evidente predominio y
exclusividad de cada uno de ellos, pero también aquellas esferas de la sociedad
aparentemente nuestras.
En
tercer lugar, hay que destacar que para comprender y explicar los sistemas de
género, se requiere de conocer las colas
de las distribuciones y esas zonas oscuras y límites de la sociabilidad, sobre
las que da miedo y produce dolor pensar.
7.
Hay algunas otras precisiones que me
interesa realizar. Por una parte, como sistema de poder que busca controlar el
cuerpo y algunas de sus capacidades, estamos en presencia de relaciones
inestables e inseguras. Recordemos la célebre frase de Foucault: "el poder
se ejerce, no se posee. No se guarda en una cajita" ni en un closet.
Produce verdades, disciplina y orden, pero también siempre está en peligro y
amenazado de perderse.
Justamente
esa inestabilidad es lo que ha llevado a resolver el conflicto mediante una
estructuración del sistema extremadamente poderosa. Esto significa que la
superación del conflicto no puede ser la guerra que mata y destruye al enemigo,
sino la negociación permanente (y siempre inestable) que asegure la paz.
8.
El género es una forma de la
desigualdad social, de las distancias y jerarquías que si bien tiene una
dinámica propia, está articulado con otras formas de la desigualdad, las
distancias y las jerarquías sociales.
La
imperiosa necesidad de cubrir los gastos del hogar cuando los varones adultos y
jóvenes no pueden hacerlo, refuerza estas características y cualidades
femeninas y permite aumentar las tasas de explotación, la plusvalía y la
acumulación del capital.
En
América Latina, las respuestas posibles son cruciales para entender la
estructuración y la dinámica de nuestras sociedades: una dominación capitalista
cada vez más concentrada y excluyente, el machismo devastador, la
discriminación racial a grupos y personas no blancas o en proceso de
emblanquecimiento, la marginación de las personas en etapas no adultas de la
vida.
9.
Quiero retomar ahora el problema del
patriarcado. Como se puede ver la categoría género sustituyó en el análisis y
en el discurso político sobre la condición de las mujeres al concepto de
patriarcado.
La
primera se vuelve a la prehistoria y a la crítica a la historiografía dominante
acerca de períodos muy antiguos. Se trata sin duda de datos muy fragmentados y
dispersos, pero que han permitido revisar las ideas prevalecientes hasta ahora
acerca de la evolución de la humanidad, producidas en el siglo XIX.
En la
segunda vertiente ubico las investigaciones de la politóloga australiana Carole
Pateman quien al analizar críticamente el pensamiento de los contractualistas
de los siglos XVII al XIX señala que la propuesta de cambio sustituye la
dominación del padre de familia -amo de siervos, hijos y haciendas-, por la de
los hijos hermanos varones.
Por
ambas líneas de conocimiento y reflexión, es posible entonces pensar la
dominación masculina con un comienzo en el tiempo, impreciso y vago, pero que
permite desligar la subordinación de las mujeres de la evolución
"natural" de la humanidad, y entenderla como un proceso histórico de
resolución de conflictos.
10.
Como se puede apreciar, comprender y
explicar la estructura y la dinámica de los sistemas de géneros, no parece ser
simple.
Hay vacíos
en los objetos de estudio, el principal a mi manera de ver es el mencionado
acerca de la investigación y la reflexión que ha privilegiado a las mujeres y
no ha generado información ni análisis desde la perspectiva masculina y de los
varones. Una segunda limitación, la percibo en la carencia de crítica desde la
perspectiva del género.
Una
tercera limitación que veo radica en el privilegio en las ciencias sociales de
los análisis de tipo estructural sobre los del movimiento y la acción.
Por
otra parte, la vitalidad de la propuesta del género radica en que ha permitido
seguir líneas diferentes de investigación, basadas en última instancia en
opciones teórico-metodológicas distintas.
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