Actitudes: estructura y funciones
1)
¿Qué son las actitudes?
Desde esta
disciplina las actitudes son importantes por dos razones principalmente. En
primer lugar porque influyen
considerablemente en la forma en que pensamos sobre la información social y en
como la procesamos. La segunda de las razones por las que son importantes
las actitudes es por la influencia que
tienen sobre el comportamiento.
En la medida en
que las actitudes influyen en el comportamiento de la gente, conocerlas ayudara
a predecir sus conductas.
1.1)
Definición
Una de las más utilizadas es la que propone que “una actitud es una
tendencia psicológica que se expresa en la evaluación de una entidad particular
de algún modo favorable o desfavorable”. Dicho de otro modo, se trata de una tendencia evaluativa hacia un objeto
socialmente relevante. La actitud, como tal, consiste en un constructo
psicológico no observable, de carácter evaluativo, que media entre un objeto y
las respuestas de la persona ante es objeto. Las actitudes se pueden definir
por:
·
Su dirección o valencia: Es la valoración
positiva, negativa o neutra que la persona atribuye al objeto actitudinal.
·
Su intensidad o polaridad: Se refiere al
grado en que se evalúa como favorable o desfavorable el objeto de actitud.
1.2)
Estructura de las actitudes
Uno de los modelos más utilizados a la hora de entender cómo se organiza
mentalmente una actitud es el modelo
tripartito, según el cual las actitudes están formadas por tres
componentes: el afectivo (sentimientos y emociones asociados al objeto
actitudinal), el cognitivo (creencias e ideas acerca del objeto de actitud) y
el componente conductual (intención de llevar a cabo un comportamiento o el
propio comportamiento). El principal problema del modelo tripartito es que
predice una coherencia entre ambos componentes de la actitud, pero no siempre
sucede.
1.3)
Propiedades de las actitudes
Las principales propiedades que caracterizan a las actitudes son su accesibilidad, fuerza, ambivalencia y el
grado de conciencia que se tenga de ellas (explicitas versus implícitas).
a)
Accesibilidad y fuerza de las actitudes:
·
La accesibilidad: Se refiere al
grado en que las actitudes se activan espontáneamente cuando las personas se
exponen al objeto de actitud.
·
La fuerza: Se refiere a la estabilidad y
resistencia temporal de la actitud, así como a su impacto sobre el
comportamiento. Las actitudes “fuertes” son más estables y resistentes. A su
vez están más relacionadas con el comportamiento en comparación con las
actitudes “débiles”.
b)
La ambivalencia actitudinal:
La investigación sobre ambivalencia actitudinal demuestra que una
persona puedes evaluar al mismo tiempo un objeto de actitud como positivo y
negativo. Esta ambivalencia en la respuesta evaluativa debilita los efectos de
la actitud para orientar la atención, dirigir el procesamiento de información y
predecir el comportamiento futuro de los individuos, además de que dificulta la
toma de decisiones sobre el objeto de actitud.
La ambivalencia puede darse no solo por la consistencia entre uno o más
componentes de la actitud, sino por hacer al mismo tiempo evaluaciones
contradictorias sobre un único objeto de actitud. Asimismo, la ambivalencia actitudinal también puede
ser causada por un conflicto entre varias actitudes relacionadas entre sí.
c)
Actitudes explicitas versus implícitas:
·
Actitudes explicitas: Son aquellas que
podemos expresar de forma consciente y reflexiva cuáles son nuestras actitudes,
así como las consecuencias que tienen sobre nuestros comportamientos y efectos.
·
Actitudes implícitas: Son aquellas de
las que generalmente no se tiene conciencia, ni se conoce su origen ni las
consecuencias que tienen sobre el comportamiento.
1.4)
Como se miden las actitudes
Cuando se habla d como medir las actitudes, realmente se hace referencia
a cómo medir su intensidad, es decir, al grado en que se evalúa como favorable
o desfavorable un objeto actitudinal. Asimismo, también se está haciendo
referencia a su valencia, si es positiva, negativa o neutra.
Las medidas de las actitudes pueden ser básicamente de dos tipos:
a)
Medidas explicitas o directas: Se basa en dos
tipos de escala más conocidos como las de tipo Likert o el diferencial
semántico.
·
Escalas de tipo Likert
·
Diferencial semántico
b)
Medidas implícitas o indirectas: Las actitudes
implícitas son las evaluaciones del objeto actitudinal que son inconscientes para
la persona y que dan lugar a respuestas automáticas que el sujeto no identifica
como relacionadas con ese objeto de actitud.
Se han elaborado varios tipos de medidas implícitas; entre ellos, los
más empleados son: la preexposicion o priming y el test de asociación.
·
La preexposicion o priming
·
El test de asociación implícita (IAT)
2)
¿Cómo se forman las actitudes?
Las personas
tienen actitudes hacia una gran cantidad y variedad de estímulos, incluso sin
haber tenido experiencia directa o conocimiento sobre ellos. Puede afirmarse
que la mayoría de las actitudes tienen sus raíces en el aprendizaje y el
desarrollo social. Sin embargo no se puede ignorar la influencia que tienen
algunos aspectos personales sobre la formación de actitudes. Bohner y Dickel proponen
los siguientes factores, recogiendo las aportaciones de varios autores: los
objetivos perseguidos por las personas, el estado de ánimo, la evaluación que
hagamos sobre el objeto de actitud.
2.1)
Origen biológico:
No es fácil demostrar que las actitudes también pueden tener un origen biológico,
aunque hay análisis que revelan como las preferencias de las personas han sido
creadas a partir de la historia biológica y cultural de la especie humana. Así,
hay evidencia de que ciertas actitudes pueden estar influidas por aspectos
genéticos. De igual forma hay procesos psicológicos que tienen una base
biológica, como el temperamento, y estos a su vez pueden predisponer hacia
determinadas actitudes.
2.2)
Actitudes basadas en la experiencia directa con el objeto:
La propia experiencia con el objeto de actitud puede ser la base sobre
la que se forme una actitud. Uno claro ejemplo de ello es el llamado efecto de la mera exposición. Zajonc
observo que la exposición repetida a un estimulo nuevo es suficiente para que
las personas incrementen sus respuestas afectivas y evaluativas hacia dicho
objeto.
Bornstein realizo un metaanalisis en el que encontró que el efecto de
mera exposición podía verse favorecido por determinadas variables, como el
tiempo y la frecuencia de exposición. Por otra parte, la aparición y la
magnitud del efecto de mera exposición se ven facilitadas cuando se impide a
los sujetos reconocer los estímulos durante la exposición, presentándolos
durante muy poco tiempo.
Por último, el efecto de la mera exposición se produce con mayor
probabilidad cuando los estímulos son poco familiares y carecen de significado,
así como cuando su elaboración cognitiva es relativamente baja.
2.3)
Condicionamiento clásico:
El efecto de condicionamiento
clásico consiste en que la aparición reiterada de un evento originalmente
neutro, el estimulo condicionado, precediendo o simultaneo a otro estimulo
biológicamente relevante y es capaz de provocar una reacción del organismo o
respuesta incondicionada, hace que la mera presentación aislada del estimulo
condicionado acabe de producir también una reacción similar a la respuesta
incondicionada, conocida como “respuesta condicionada”.
La particularidad del condicionamiento clásico en relación a la formación
de actitudes es que es duradero y resistente a la extinción.
2.4)
Condicionamiento instrumental u operante:
El condicionamiento instrumental u operante es una forma de aprendizaje en
la que la consecuencia es contingente a la respuesta que previamente ha emitido
el sujeto. En el aprendizaje de las actitudes se entiende que cuando una
actitud va seguida de respuestas positivas, aumentara su intensidad, pero si va
seguida de una consecuencia negativa, disminuirá su intensidad o incluso
desaparecerá la actitud.
2.5)
Aprendizaje vicario o modelado:
A menudo la gente imita las actitudes de los demás, pues al haber observado
previamente las consecuencias que tales actitudes han tenido para esas
personas, estas le han servido de referencia. Cuando más se identifique la
persona con aquellas a la que esta imitando, más eficaz será este tipo de
aprendizaje. Este aprendizaje de las actitudes se observa frecuentemente en el
desarrollo de ideas y creencias, ideologías política, creencias religiosas,
etc. Además las personas suelen rodearse de quienes poseen actitudes similares
a las suyas, proporcionando el contexto nuevos refuerzos en forma de halagos y
aprobación social por parte de quienes comparten sus ideas.
3)
¿Para qué sirven las actitudes?
Algunos autores han
propuesto que las actitudes sirven a una variedad de necesidades o funciones
psicológicas, ayudan al individuo a adaptarse al medio, a sobrevivir dentro de
él.
3.1)
Función instrumental:
Tiene lugar cuando la actitud sirve a la persona para alcanzar objetivos
que el reporten beneficios tangibles o un ajuste a la situación, así como para
evitar objetivos no deseados. Dicho de otra forma, las personas desarrollan
actitudes positivas hacia lo que les aporta beneficios, y actitudes negativas
hacia aquello que está asociado con consecuencias negativas.
3.2)
Función expresiva de valores:
Esta función la desempeña una actitud cuando nos permite la expresión
abierta de los pensamientos y sentimientos que queremos que los demás conozcan
de nosotros.
3.3)
Función cognitiva:
Según esta función, las actitudes ayudaran a los individuos a organizar
la información que proviene de los objetos de actitud en función de la
valoración que se haya hecho de ellos, estructurando y dando coherencia a la
sobrecarga de estímulos a los que las personas estamos expuestas
continuamente.
3.4)
Función de defensa del yo:
Tiene lugar cuando las actitudes contribuyen a mantener la autoestima
personal o la autoestima basada en el grupo al que se pertenece. Esto puede dar lugar a
actitudes prejuiciosas, al evaluar negativamente a personas de otros grupos
sociales. Finalmente, hay que tener en cuenta que una misma actitud puede
desempeñar diferentes funciones para distintas personas.
4)
¿Cuál es la relación de las actitudes con el comportamiento?
Una de las razones
por las que las actitudes son importantes es por la influencia que tienen sobre
el comportamiento. El grado de influencia de las actitudes sobre el
comportamiento ha llegado a ser uno de los tópicos más estudiados dentro del
campo de las actitudes. Hay muchos factores relacionados con la propia actitud
que afectan a su capacidad para influir
en la conducta, como su fuerza, accesibilidad, estabilidad o importancia. Al
hablar de estos factores que influyen en la relación entre actitud y conducta,
se hace referencia a cuándo se da o
no esa influencia de la actitud sobre la conducta. Sin embargo, no se ha
mencionado cómo como se produce dicha
influencia. Los trabajos realizados en esta línea apuntan a la conclusión de
que hay dos mecanismos básicos, que se describe en el modelo de la acción razona de Fishbin y Ajzen, y en el modelo procesual de Fazio.
4.1)
Factores que afectan a la influencia de la actitud sobre la actitud:
Como se ha dicho, hay factores contextuales que estarían influyendo en
la relación actitud–conducta y que pueden resumirse en:
·
Las normas sociales
·
La presión temporal
·
La elección misma de las situaciones
·
Especificidad
·
Autoobservacion
4.2)
La teoría de la acción razonada:
Con el propósito de comprender la influencia de las actitudes sobre el
comportamiento, se debería distinguir entre dos tipos de actitudes. Por un lado
estarían las actitudes generales hacia
objetos. El segundo tipo de actitudes son las referidas a la realización de una conducta en relación con
un objeto de actitud. A este último tipo de actitudes se les conoce como actitudes hacia el comportamiento, y son
el objetivo último de la teoría de la acción razonada.
La teoría de la acción razonada estudia los procesos psicológicos que
intervienen entre la activación de la actitud y la respuesta conductual llevada
a cabo hacia dicho objeto. Según esta teoría, la conducta se concibe como el
resultado final de un proceso pensado, elaborado, racional y lógico, y la intención
de la conducta es el principal antecedente. A su vez, la intención de conducta
depende de dos factores:
·
Las actitudes personales acerca del comportamiento
·
La norma subjetiva
4.3)
El modelo MODE
A veces las actitudes hacia determinados comportamientos pueden producir
respuestas conductuales que no están medidas por la intención de conducta,
influyendo en el comportamiento d un modo más directo y automático. En estas
situaciones las actitudes parecen influir en el comportamiento de un modo más
directo y automático. ¿Qué ocurriría en estas situaciones lo mismo que lo que
tiene lugar cuando se desarrollan conductas que son el resultado de un proceso
deliberativo que conlleva el pensamiento
acerca de las consecuencias del comportamiento, o acerca de las características
del objeto de actitud?. Fazio y sus colegas dieron respuesta a estas preguntas
planteando el modelo MODE, según el
cual las actitudes ejercen su influencia sobre la conducta de dos maneras
diferentes: la primera se basa en un procesamiento espontáneo, y tiene lugar
cuando se produce la activación automática de la actitud. Otra forma de ejercer su influencia sobre la
conducta es mediante un análisis de la información disponible. Este modelo
postula que el predominio del modo espontáneo sobre el deliberativo, o
viceversa, depende de dos factores: la motivación y la oportunidad.